martes, 11 de marzo de 2014

Grito Eterno

Las luchas de ayer, las luchas de hoy”
Virtudes Alvarez



En Honor a las mujeres que valientes colaboraron con su lucha a la salida de los invasores norteamericanos (1916 – 1924)

Mi consciencia despertó con un grito
aullidos que arroparon una isla
poema de tantas firmas
escrito verso a verso ejerciendo patria
ador en piel de señoras
tibio hogar para el valor
perfecta armadura perfumada.

El tiempo con su traje de amnesia
sofocó su recuerdo con los días
sus voces marchan de vuelta por las hojas
amanece el nudo en la garganta
fuego de mis ojos al leerlas.

Su mirada maternal compasiva
descubre una mancha
los invasores, estrago del mudo
tatuados en mi piel
esclavitud electa que se repite de boca en boca
concepto que asalta cada mente
hasta ser todas.

Mujer unión de todos sus nombres
¡De todas ellas!
Diosa de todas sus manos
¡Corta mi cabeza con tu pluma rebelde!
reponla de coraje.

Grandiosa madre del pasado
conjunción de sagradas maestras
elixir lácteo que me nutre de patria
¡derriba a bofetadas las vendas!

Enjuaga el hueco donde habitaba el alma
seca el servilismo con paño paciente
y con un vientre tejido de todos tus rostros
pújame hacia la vida
oblígame a beber el aire que conseguiste palabra a palabra.

¡Tu clamor, grito eterno!
es canción de un solo empeño: Libertad
se presenta imponente
Libertad
se arraiga
Libertad dibujada en sus nucas
se transfunde por mis dedos
camina por mi sangre… ¡Libertad!
¡Única invasión permitida!


Les presento mi libro de poemas "Mañana es ningún día"

Recopilación de mi trabajo poético de los últimos 5 años. Varios poemas que descansan en sus paginas están publicados hace tiempo ya en el blog.

Si alguno desea adquirirlo, pueden buscarlo en amazon.com.

Te comparo con la muerte


 

Te comparo con la muerte.
No quiero que existas, aun así, eres inevitable.
Sombra que me persigue
manos asfixiantes rodeando mi cuello
extractor meticuloso de lágrimas.

Voy a gritarte lo que pienso un día
ese día, lavará el sórdido aullido todo temor
ese día se llenará el hueco infinito que nace donde empiezas.

Y cuando se asome la jornada en que seré fuerte
conocerás finalmente de mi
sabrás a quién pertenecía el escondite de mi cuerpo
y seré libre.

Pedirás perdón, lo sé,
serán tuyos los miedos
cuando levantes la mirada
me verás como a la muerte,
indomable.

En la distancia





No quisiera extrañarte tanto,
sentirme atada a ti en cada ausencia.
Esclava de la contradicción que soy yo misma,
que me define como soy.

No quiero que vuelvas
que se rompa el insomnio,
que calle el silencio
tampoco que inicie de nuevo la guerra,
extenuante marcha de enemigos
escudados de clamores que surgen
al lanzar nuestros misiles.

Pero me haces falta.

Me sorprende el amor que ejercemos
querer de batalla perpetua.
Distante de los amores que deambulan
embriagados y eufóricos.
Que se hacen llamar normales
y nosotros los creemos así.

Somos diferentes
nunca lo he dicho,
no quisiera parecer engreída.
Diferentes, entre nosotros mismos
tan distintos a los demás.

Pero, cariño, qué nos queda
bajo esta desenfrenada tormenta
aparte de beber el propio veneno que derrama
amargo, delicado, inagotable y sobre todo
nuestro.

martes, 18 de septiembre de 2012

lunes, 4 de junio de 2012

Hormigas de la Noche


Después de unas merecidas vacaciones a mis dedos de poemas, después de interminables baños de versos de tantos autores. Después de darle rienda suelta a la práctica de la prosa y las opiniones, se ha abierto de nuevo en mí, la grieta de la poesía.  Ella, atrevida como siempre y sin pedir permiso, ha tocado la puerta en las horas más inesperadas, en las situaciones más extrañas. Y yo, como siempre, la he recibido en un cálido abrazo.

Una hormiga intenta crear un túnel entre mi brazo y la cama
los ojos sin engrudo han quedado
la mente viaja en busca de otras hormigas.

Parpados inquietos,
sometidos al yugo de la razón y los tiempos
en la oscuridad crean un mundo.

Allí, en ese mundo, te recuerdo amigo, te hablo.
Charla incansable, perenne
nacen de mi boca palabras sin medidas
como si el silencio amenazase nuestro lazo
ignorantes los labios de su ya menguante existencia
de su muerte conocida.

Los sueños asoman sus caras
una hormiga intenta construir un nuevo túnel...
infinito el cosquilleo.


martes, 24 de abril de 2012

Mi Musa, Joel Rivera

Comparto con ustedes este poema recitado en el Festival Grito de Mujer 2012 por su autor el poeta dominicano Joel Rivera. Espero disfruten.

Festival Grito de Mujer 2012, San Pedro de Macorís

Gracias a Jael Uribe y su movimiento Mujeres Poetas Internacional, por haberme acogido en su abrazo.

lunes, 16 de abril de 2012

Rio


Ana  quitó unas hojas secas con la mano, otras volaron solas,  se sentó en el banco de madera. La brisa de la mañana soplaba con la intensidad, algunas nubes empezaban a poblar el cielo. Abrió el libro en la página 43, no usaba marcadores.

Las gotas del  cielo empezaron a caer,  crearon por contacto en la hoja  abierta diminutos círculos color ocre, mientras  la lluvia arreciaba la página se volvía rugosa.  Las palabras se desintegraron, las letras resbalaban con las gotas, recorrían sus piernas  y  al caer formaban una cinta móvil, un río de consonantes, vocales desorganizadas  y agua sobre el suelo. Su mano temblorosa  sintió la obligación  de pasar las páginas una y otra vez,  quedaban vacías.

Las letras crecían  al absorber el agua, se fusionaban creando nuevas letras, un nuevo alfabeto, se unían  en palabras desconocidas y se separaban para seguir. Confusa creyó leer en el agua:”ven”.  Tiró el libro al suelo, corrió al lado de la estrecha corriente, cruzo las calles sin mirar, corría en dirección al mar. Negras nubes con destellos rojos cerraban casi por completo el paso de la luz, el rio crecía, se volvía cada vez más ancho, furioso arrastraba cualquier cosa que pudiera detenerle, la ciudad asustada estaba en en penumbras.

Muy cerca del mar, en la gran fuente abandonada, surgió burbujeante un pozo  de grises aguas, un líquido negro se movía haciendo formas dentro de la viscosidad. Alrededor de la fuente las personas empapadas se amontonaba para ver, empujaban.  Los niños asombrados se cruzaban por entre las piernas de los adultos.  Ana se escurrió también, los empujó a todos hasta llegar al borde, una frase parecida a un jeroglífico se había formado con  la conjunción de todas las manchas. El rio siguió su curso hasta desembocar como cascada en el mar.

Ana vio las letras, nadie más comprendió lo que decían:
Con el 43 nacerá como un regalo negra sabiduría, recorrerá la ciudad haciendo surcos y caerá antes de ser conocida.
Salió jadeante del tumulto, volvió a correr y junto al rio se lanzó al mar.

martes, 28 de febrero de 2012

Flash (Arcadio José de la Rosa)

Que extraño se siente encontrarme rodeada de silencio dentro de mi hogar. Todos duermen. No es tarde, por lo menos no tanto, aún el sueño no ha vencido mi testaruda vigilia.

Entonces, aprovechando la ocasión, me tomo un tiempo para mí, para desperdiciarlo de la manera que me plazca.

Quiero bautizar mi tiempo recién nacido, ponerle un apelativo que refleje su importancia, algo largo, con dejos de nobleza, aunque para otros no lo valga, no importa, es mi tiempo. Quiero darle un trato especial, que entienda como extraña su breve caminata a mi lado.

Debo apresurarme, ser ágil aun sea a estas horas, puede ser que en cualquier momento finalice su existencia; con alguna tos repentina, un ronquido no esperado, o al materializarse como espada mi nombre (cualquiera de ellos) en el espacio.

Esta es la primera vez que escribo bajo este techo y como ya he dicho, las primeras veces hay que celebrarlas. Aun el silencio no se ha roto.