¿Me pensabas cuando justo había gastado yo minutos pensándote?
En ti y en nada, en ti y en todo, mi mente.
Entonces qué,
si sentada sobre la coincidencia
derramaba ideas de otro mundo
imágenes que parieron visiones en los sueños
y una que otra letra con sonido.
No me digas qué pensaste
qué hiciste con mi rostro en tu cabeza.
Por mi parte no sabrás que hacía yo
mientras flotabas en la esfera donde resonaba tu nombre.
No existen las respuestas
ni las interpretaciones de nuestros impuros subconscientes
imanes que surgen en las distancias.
¿Dónde se escribirá que un día fuimos buenos?
si fuimos horribles y malvados
por haber enterrado pensamientos
y por haber ignorado tanto.
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