miércoles, 9 de junio de 2010

Cada vez que entro a nuestro cuarto lo hago en silencio e invisible.
Me siento a tu lado despacio queriendo que no lo notes.
Miro tu cara amarilla y sonriente 
esperando a que digas algo.

Entro muchas veces al día
apoyo mi cara sobre las manos para acompañarte.
Husmeo con la mirada.
Necesito saber si ha surgido algún pensamiento que me ate a ti
alguna frase corta y escueta que responda las tontas preguntas que invento
sólo para ver tus palabras volando 
y  me roce alguna a modo de caricia.

No sé por cual otro vicio sustituirte
cuáles terapias recomendarnos para que nos dejemos ir un día
así volvamos a sentirnos sanos y comunes .

Cómo interpretar la real distancia,
si los sistemas métricos se han quedado sin habla
frente a esta lejanía que es la más cercana del mundo.

Ha cambiado el significado de la palabra intimidad
girado a través del tiempo, insinuándose con decoro
hasta dejarse comprender cristalina e indudable.

La nueva intimidad son tus frases en mis oídos.

No hay comentarios: