Me detengo ante el hueco luminoso
asilada en mis latidos
la mirada atraviesa el cristal
la mirada atraviesa el cristal
se refleja lo desvivido.
Un túnel se construye
la materia imaginaria toma forma,
palpable, espesa nos sostiene
nos arrulla como cuna poderosa.
Ese lugar llamado silencio
reaparece como espejismo
inmenso valle que se despliega en nuestras mentes
contradicción audaz que nos nutre.
Antro mordaz que derrama respuestas
Antro mordaz que derrama respuestas
que son ya las propias preguntas
pensamientos diluidos,
encrucijadas y enigmas.
Al regresar de mis viajes
te encuentro en los recuerdos.
Borrosa silueta que ha paseado junto a mí
por la gruta innombrable
de donde emana la quietud.
No habrá un lugar parecido,
albergue del verdugo,
conquistador de lo bueno en lo perverso,
escondite de monstruos que se explayan juguetones por los prados.
escondite de monstruos que se explayan juguetones por los prados.
Donde solo la idea de un anhelo allí florezca,
sus finales acaricien imágenes de una historia incompleta
sus finales acaricien imágenes de una historia incompleta
transcrita con tinta robada de mi cuerpo sobre el viento
en follaje letrado de un espeso bosque
con el nombre de un niño muy pequeño.
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